viernes, 19 de febrero de 2021

Reseña videojuegos - Spec Ops: The Line

 

Spec Ops: The Line


Desarrolladora: Yager Developement, Darkside Game Studios

Distribuidora: 2K

Género: Acción y disparos en tercera persona

Idioma: Textos y voces en español

Recomendación por edad: +18

Información importante: Reseña hecha al modo para un jugador





Introducción


Sagas como «Call of Duty» y «Battlefield» suman un sinfín de seguidores en todo el mundo, algo corroborado por ventas millonarias. La popularidad de estas dos propuestas se centra sobre todo en su vertiente multijugador, aunque también ofrecen historias para disfrutar en solitario. Según mi experiencia, en estas últimas podemos esperar explosiones por doquier, disparos a mansalva así como personajes memorables (¿Cómo olvidar, por ejemplo, a Soap MacTavish o Ghost?). Vamos, descargas de adrenalina pura en no pocos casos. Sin embargo, la realidad aparte de estos tipos duros, que también los habrá, muestra personas que vuelven de la guerra con las mentes muy dañadas. Ahí aparecen conceptos como el «síndrome de estrés postraumático». Este padecimiento psicológico, a veces irremediable, aqueja a numerosos soldados y/o exsoldados en todo el mundo, dando una imagen de veterano apartada de lo mostrado por tantas películas de acción o los videojuegos antes mencionados. Pero… ¿Cómo puede una persona «normal» como tú y yo quedar tocada para siempre de esta manera? Un juego que consigue acercanos un poco más a esta realidad es «Spec Ops: The Line», en el que nosotros mismos descenderemos a la locura desatada durante un conflicto bélico. Ahora… ¿Recomiendo Spec Ops: The Line? Descubrámoslo juntos.


Historia


Con Dubai alcanzada por una poderosa tormenta de arena que la aisla del exterior, el coronel Konrad, al mando del batallón trigésimo tercero, decide permanecer en la ciudad para evacuar civiles en contra de las órdenes que le exigen abandonar el lugar. La última retransmisión del coronel describe la misión como fallida, con un recuento de bajas demasiado elevado, tras lo que no se oye nada más de él o de sus soldados. Al frente de un comando de la Delta Force, el capitán Walker acude a la zona con sus subordinados: el teniente Adams y el sargento Lugo. Walker y sus hombres deben buscar supervivientes y descubrir qué pasó con el pelotón trigésimo tercero. Cabe destacar que Walker sirvió con el coronel en Kabul, de modo que les une una relación especial de admiración. Todo comienza como podemos esperar en un videojuego bélico: encontramos una ciudad arrasada, los disparos vienen pronto y sembramos las calles de enemigos muertos. Mientras que Walker es el líder intrépido que intenta mantener el control sobre la situación en todo momento, Adams es el profesional y Lugo la parte más desenfadada del grupo.





Nada nuevo, si apagamos nuestras consolas o cambiamos de juego tras los minutos iniciales. Lo particular viene si superamos estos momentos al principio y avanzamos por los diferentes capítulos. Poco a poco descubriremos la verdad de lo ocurrido en Dubai y con el batallón perdido, conforme Walker y sus hombres quedan inmersos en una espiral que ninguno puede prever. Los dilemas morales planteados ayudan a la inmersión y tienen la capacidad de hacernos sentir mal en más de una secuencia. Es incluso posible que en alguna que otra ocasión te veas obligado a pausar la partida para asimilar lo ocurrido. Las preguntas no tardarán en aparecer; sobre todo, si decides buscar por los escenarios y reunir las piezas de información. ¿Podemos fiarnos de la lealtad de Adams y Lugo, quienes parecen cuestionar las decisiones de Walker (las nuestras) en momentos clave? ¿Mantendrán nuestros protagonistas la cordura en un entorno así? ¿Qué pinta la CIA en todo esto? ¿Es comprensible la actitud de ciertos personajes? ¿Qué hizo el batallón trigésimo tercero en Dubai para que la cosa acabara así? La historia de Spec Ops: The Line también nos propone diferentes desenlaces, según nuestras decisiones finales. Ahondar en los mismos sería entrar en el terreno del spoiler, aunque merece la pena verlos todos. La estructura por capítulos da lugar a que sólo debamos recorrer la última secuencia para ello.


Presentación


Los escenarios nos muestran lo que podemos esperar de una Dubai arrasada por la tormenta de arena. Encontraremos diversos paisajes casi por completo enterrados, edificios modernos que sobresalen de entre las dunas gigantes y carreteras con coches siniestrados. El motor gráfico que mueve todo esto es sólido, de modo que en mi partida no pude ver tirones ni se resintió la velocidad durante las secuencias de acción. También los personajes relevantes para la historia tienen modelos distintivos, lo cual contrasta con los enemigos. En este último caso nos encontraremos con el mismo tipo en más de una ocasión. También hay momentos en los que las texturas tardan un tiempo en aparecer, incluso durante las secuencias de vídeo. Pude contarlos con los dedos de una mano, por lo que no rompieron mi inmersión, aunque estuvieron ahí. Las expresiones faciales, por su parte, son correctas. A fin de cuentas no debemos olvidar que Spec Ops: The Line es un juego publicado en la generación de PS3.





La banda sonora incluye piezas más animadas para las secuencias de acción, que son muchas, alternadas con otras más tranquilas para los pasajes de investigación o asimilación, bastante menos numerosos. Cabe destacar la presencia de temazos conocidos como «Nowhere to Run, Nowhere to Hide». El trabajo de los dobladores al español es más que correcto en las pocas secuencias que he escuchado, aunque, como siempre digo, si te manejas en inglés, recomiendo jugar en idioma original (basta con cambiar el idioma de tu consola para ello). Ahí las voces son sobresalientes y te sumergen todavía más en la historia así como lo que viven los personajes durante la misma. La evolución en los registros de Lugo y Adams merece una mención especial.


Gameplay


Los tiroteos son el pilar básico en cuanto a la experiencia de juego, con ciertas instancias en las que debemos recurrir al cuerpo a cuerpo. Vemos a nuestro personaje en casi todo momento, apoyado por sus compañeros de escuadra durante los intercambios de disparos. El esquema es buscar refugio, limpiar la zona de enemigos, escondernos tras otro elemento del escenario y seguir disparando para avanzar de escena. Todo esto vigilando nuestra munición y/o recogiendo las armas de los adversarios muertos si nos quedamos sin balas. Los pocos enemigos «especiales» se reducen a algunos acorazados que requieren más plomo, luchadores con cuchillos que parecen sacados de la película «Matrix» por sus movimientos o los soldados con escopeta, más atrevidos que aquéllos que apenas abandonan sus escondites. Durante la acción podemos dar órdenes simples a nuestros compañeros, como abatir a un enemigo concreto que no nos deja avanzar o que se presenta como demasiado duro. Si éste no se encuentra en una posición imposible de alcanzar, Adams y Lugo son bastante eficaces. Habrá ocasiones en las que nuestros compañeros quedarán abatidos y debamos curarlos o mandar al otro a que lo haga. No hacerlo a tiempo significará el fin de la partida. También podemos servirnos de nuestro entorno o, lo que es lo mismo, reventar barriles explosivos, disparar a lugares en los que la arena está retenida para que caiga sobre los enemigos o tomar ametralladoras fijas. La escasa variación a este esquema la supone caminar por instancias más tranquilas, buscar cuerdas por las que descender (más «puzzles» que ése no encontrarás), acabar con todos los soldados que podamos desde las sombras o sentarnos tras la torreta de un helicóptero.





La cámara funciona bien y no me jugó malas pasadas durante la partida. Lo que sí debo señalar es que a veces Walker no se ocultaba donde yo quería o no me respondía del todo bien el comando de saltar obstáculos. Quizá sea porque éste no es mi registro de juego habitual. Puede ser que, si tienes experiencia en este tipo de videojuego, a ti te resulte más fácil. Los distintos niveles de dificultad también nos permiten jugar a los que somos menos hábiles en este tipo de propuesta.


Conclusión


Reitero que mi opinión sólo se ciñe al modo para un jugador. Nada más que por la historia que plantea, Spec Ops: The Line recibe mi recomendación sin reservas, incluso si no te gusta el género. No cuentes con una campaña larga, pero estando el juego en PS Now esto no debería suponer un problema y, además, es un punto a favor si los disparos en tercera persona no son lo tuyo. Spec Ops: The Line te proporcionará grandes ratos de diversión, si te gustan los juegos de disparos/acción/bélicos. Asimismo, el argumento tiene instantes magistrales, que rompen la cuarta pared en más de una ocasión y que dan en qué pensar. Las pantallas de carga se encargarán de recordarte momentos clave y el final hace referencia a una obra capital del arte moderno. De hecho también encuentro similitudes con cierta obra maestra del cine bélico (no doy los nombres para no destriparte nada).





¿Ya has jugado a Spec Ops: The Line o lo has probado a raíz de mi reseña? ¿O quieres dejar tu propia opinión, que no tiene necesariamente que coincidir con la mía? Deja tu comentario abajo.

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